Como emprendedor, deberías estar acostumbrado a los cambios constantes en tu negocio en general.
Por eso, cuando van muy bien las cosas, o aunque sea solo bien, Deseas que las Cosas No Cambien.
Te aferras a esos buenos resultados que tanto trabajo te han costado. Y prefieres quedarte así y de hecho, firmarías por ello.
Piensas que sería fantástico tener todos los meses esos resultados, ¿verdad?
Así también pasa en la vida, con los estudios, con tus habilidades… cuando decides que ojalá te quedes como estás…
Acabas de marcar tu FRACASO como Emprendedor.
El Universo es muy sabio. Por ejemplo. Si poco a poco la humanidad dejase de usar un dedo de la mano, desaparecería al cabo del tiempo.
Este ejemplo es para que te hagas idea de que Todo lo que no se utiliza, desaparece. Muere. Se deteriora.
Como emprendedor, no puedes permitirte quedarte parado.
Recuerda: Lo que no crece, muere.
Esto lo puedes aplicar al ámbito personal, y a tu formación desde luego.
Deja de desear que las cosas se queden como están.
Un negocio debe crecer SIEMPRE, ilimitadamente, hasta que llegue a lo máximo que puede dar. Y después de llegar a la meta, si hace falta, hay que buscar otro negocio o una versión nueva.
En las relaciones personales, tampoco puedes permitir que se estanquen. Siempre hay que buscar nuevos retos, realizar planes y si es necesario afrontar los problemas.
Como emprendedor, no te pongas límites y abraza la incertidumbre, porque va a ser parte de ti siempre.
Elige hoy mismo CRECER.